La fundación América Solidaria selecciona, gestiona, financia y coordina profesionales chilenos y de otros países latinoamericanos, que entregan gratuitamente, un año de servicio en zonas crítricas de nuestro continente.
Hoy, nuestros voluntarios se suman al trabajo de organizaciones locales, en Haití, Nicaragua, Republica Dominicana, Colombia, Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú, aportando sus habilidades y talentos profesionales en el trabajo con comunidades y grupos socialmente excluídos o vulnerados.
Creemos que un mundo sin pobreza es posible. Sabemos que la superación de las desigualdades es un proceso complejo y urgente. Confiamos en la capacidad de los pueblos de latinoamérica y el caribe, para hallar un camino propio de desarrollo y paz. Trabajamos por globalizar la solidaridad.
A través de los links de esta página, los voluntarios en misión se comunican con sus compañeros en otros destinos y comparten sus experiencias con todos los que estén interesados en nuestro proyecto.
Te invitamos a visitar y a dejar comentarios en sus sitios.













¿dónde estás tú?

Si el mundo fuera una aldea de 1000 habitantes, unos 150 vivirían en una zona próspera de la aldea y aproximadamente 750 en barrios más pobres. 100 viven en un barrio que está en transición. Los ingresos medios por persona son de 6.000 dólares al año, pero el 86% de toda la riqueza está en manos de sólo 200 personas, mientras la mitad de los aldeanos se esfuerzan por sobrevivir con menos de 2 dólares al día. El número de hombres es superior al de mujeres por un pequeño margen, pero las mujeres constituyen la mayoría de los que viven en la pobreza. Ha aumentado la alfabetización entre los adultos, pero unos 220 aldeanos, las dos terceras partes de ellos mujeres, son analfabetos. De los 390 habitantes de menos de 20 años, las tres cuartas partes viven en los barrios más pobres y muchos buscan desesperadamente puestos de trabajo que no existen. Menos de 60 personas poseen una computadora y sólo 24 tienen acceso a la Internet. Más de la mitad no han hecho ni recibido nunca una llamada telefónica. La esperanza de vida en el barrio próspero es de casi 78 años, en las zonas más pobres, de 64 años, y en los barrios de pobreza extrema, de sólo 52 años. Uno sólo de los aldeanos de este planeta, tendrá acceso a más de veinte años de educación formal ininterrumpida.


El sueño y la realidad ...
“Soñamos una América Solidaria, que emerge de una propuesta desde América para América, generando redes integradas y alineadas en el enfoque y objetivo de superar la pobreza e inequidad social, en la búsqueda del desarrollo sustentable y la paz social de nuestro continente.
Estamos esperanzados en despertar el deseo de servicio de los jóvenes profesionales del continente como agentes de transformación social y en demostrar que los vínculos establecidos tempranamente por los voluntarios, pueden ser la base sobre la que los países superemos nuestras diferencias y podamos construir un camino de hermandad que se consolide en el tiempo. Descubrir en la pobreza un espacio de encuentro, aprendizaje y superación para el continente americano”.

La visión de lo necesario ...
“En el contexto de la globalización del comercio y la economía, se hace urgente globalizar también el trabajo por las preocupaciones humanas, por la justicia y la solidaridad, reposicionando al ser humano como centro de todo desarrollo.
Como americanos nos hacemos responsables de la pobreza, exclusión e inequidad en nuestro continente y tomamos conciencia de lo que ocurre más allá de nuestras fronteras nacionales.
Porque cada país puede aportar lo que ha sido su experiencia y aprendizaje en materia de superación de la pobreza, porque tiene sentido compartir lo que tenemos para darlo con otros y porque hoy, más que nunca, es necesario ver al mundo de una manera más solidaria, creemos en la integración del continente americano y en la exportación generosa de nuestras experiencias positivas”

Nuestra misión
y nuestro compromiso...
“Contribuir a superar la pobreza, exclusión e inequidad social cooperando con el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de las zonas más críticas de América Latina y el Caribe, creando -a través del envío de jóvenes profesionales voluntarios- la base de una red de integración entre países hermanos.
Para cumplir nuestra misión es clave:
· Una gestión interna transparente, sustentable, eficiente y creativa.
· Contar con la asociación y la amistad de organizaciones territoriales comprometidas y validadas. · Confiar en la entrega individual de cada profesional voluntario, valorándolos en su aporte único e insustituible”.